lunes, 3 de enero de 2011

Desencontrados

La mínima y rígida distancia
que nos divide
mantiene su eterna constancia,
y tres exactos segundos siguen,
siendo el tramo que nos separa.

Mis palabras son caricias
a tus oídos, que nunca llegaron a ser
y tu mirada una delicia,
que cercana nunca llegué a tener.

Yo bajo por una escalera
y llegando a la esquina la subís vos,
porque cuando cruzo de vereda,
escucho en frente, llegando tu voz.

Es el mismo viento
el que roza nuestra piel,
y a veces también siento
que nos alimentamos de la misma miel.

Estamos sentados
entre las mismas cuatro paredes
y a veces estamos enredados
en las mismas redes

vagamos bajo un mismo cielo estrellado,
buscando el mismo camino,
pero seguimos siendo desencontrados
por un acertijo del destino...

Ailen
3/1/2011