miércoles, 10 de noviembre de 2010

La mirada


Abrí los ojos, entrecerrandolos de tanto en tanto, encandilada por el primer rayo del sol que se deslizaba esa mañana.Cuando me incorporé, mire asombrada, bostezando, el horizonte se veía tan cerca.Formaba una mezcla de colores que no había inventado nunca antes ni siquiera buscando inspiración para algún poema.El color del río se transparentaba como si la luz nadase entre las pequeñas olas que formaba el viento jugando a bailar con la corriente, haciéndose creer que no estaba solo, acompañado por el sonido leve y tranquilizante del agua chocando con las piedras, las mismas piedras como las negras de la cachuera sobre las cuales ya había hablado antes en alguna poesía, en algún otro tiempo. Desde mi punto de vista se veía el pedacito de tierra marrón del otro lado del rió, como si estuviera arriba de este, durmiendo recostado sobre el agua y tapado con el manto del sol. El anaranjado sol que se asomaba poco a poco dejando escapar los primeros hilos de luz, subiendo lentamente como si tuviese miedo a que ya se terminase el día. Entonces se formaba un degradé que no se comparaba ni con los cuadros mas hermosos, ni con las fusiones de los óleos de aquel pintor que pintaba en el balcón enfrente de la plaza.
Me quedé mirando un rato, hasta que me percaté de mi alrededor. Me preguntaba si desde algún otro punto paralelo al mio alguien estaría mirándolo, si alguien también se le había paralizado la mirada, sin pestañear, atónita, boquiabierta,silenciosa.Solo eso, el rió, el viento, el pedacito de tierra del otro lado, el sol(que ya estaba elevándose sobre las nueves, tornándose de un color amarillento e infiltrándose en mi piel, provocando el calor de enero) y la mirada. Me di vuelta, buscando esa mirada, buscando ese otro/a que compartiera con migo ese paisaje hermoso. Mientras me daba vuelta pensé que hacía yo ahí? porque había despertado frente a ese río?Di la vuelta, y vi ante mis ojos la destrucción del mundo, todo el trabajo de eras y eras destruidas, acabadas, no quedaba nada ni nadie. Con la misma mirada que pude ver el hermoso paisaje que creó la naturaleza, pude ver la destrucción de lo que creó la naturaleza...

La misma mirada que me había visto tantas veces, no mi mirada, sino "la mirada", no mi mirada, ni la de nadie, "la mirada". Esa que cual colibrí se posa continuamente en una flor nueva, esa a la que le tocaba ser testigo de la vida,en todos sus aspectos, causándole un sensación que en vez de derrotarla la fortalecía haciéndola eterna. La que tenia que ver risas, llantos, abrazos, peleas, conciliaciones, amor, odio, dolor,tranquilidad, desesperación, artistas inspirados, personas desmotivadas, monumentos naturales, espectáculos de la naturaleza, construcciones del hombre, destrucciones del hombre, hambre, desperdicio de comida, sed, sequías, inundaciones, ríos que se consumen, mares que se extiendes, encuentros, desencuentros, aplausos, abucheos, mentiras, verdades dolorosas, misterios obviedades,voces: que gritan,que cantan,que ruegan, que reclaman, que se entregan, que liberan, que se apagan, que callan, pisadas que van, pisadas que vienen, caminos que se abren, laberintos sin salida, sueños, desesperanza, esfuerzo, desinterés, miedo, coraje, valentía, timidez, cordura, ceguera, gente que no quiere ver, gente que mira, "la mirada"...

Los ojos tienen pestañas, para poner rejas y no tener problemas cuando empiezan las guerrillas, los ojos tienen párpados para cerrarlos y negar la verdad, los ojos necesitan anteojos para ver. La mirada no, la mirada no tiene pestañas por eso a veces sale herida, la mirada no tiene párpados, por eso no miente, la mirada no necesita aumento porque no intenta ocultar la realidad, la mirada está, y cuando está mira...

Ailen
13/12/2009

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